Mi gato bebe agua del grifo: ¿es normal?
Ese «extraño comportamiento» de tu felino, en realidad, es muy natural. ¡Y puedes aprovecharlo para que beba más!
Hay gatos que solo beben agua del grifo. Y otros que aceptan beber del cuenco del agua, pero que corren a beber, y disfrutan mucho, cada vez que abrimos la espita del baño (¡como Frida!) o saltan sobre la encimera cuando intentamos fregar los platos. Pero este «extraño comportamiento», en realidad, es una conducta felina muy natural, y tiene un motivo evolutivo. Tu gato solo está siendo un gato.
Si tienes el cuenco de agua cerca del de la comida, o, peor aún, un plato doble para tu gato, es normal que tu amigo o amiga ronroneante no se fíe. A los gatos les gusta beber y comer en sitios alejados y diferentes. La razón es evolutiva, cuestión de supervivencia: en la naturaleza, escoger agua fresca favorece su supervivencia. De hecho, todos los felinos (desde los tigres hasta las panteras, y también los gatos) evitan beber de fuentes de agua que puedan estar contaminadas. En este caso, de restos de alimentos.
Puesto que tu gato es un cazador solitario (descendiente del Felis silvestris lybica), depende de sí mismo para sobrevivir: un instinto que sigue muy despierto en tu felino. De ahí que huya de un agua que pueda estar contaminada o sucia, por ejemplo, con restos de comida. Por el contrario, el agua corriente, como la que sale del grifo del baño o del de la cocina, es una fuente de agua fresca fiable.
Gatos y gatas que beben del grifo: ¡más divertivo!
Hay otro motivo por el que tantos gatos y gatitas como Frida prefieren beber del grifo: el agua en movimiento les resulta más atractiva (además de segura) que la del cuenco. Conclusión: si tu gato corre para subirse al lavabo cada vez que te lavas los dientes, déjale el grifo abierto mientras que bebe. Y hazte con una fuente de agua para gatos: así siempre tendrá agua en movimiento.