Ojos gatos
COMPORTAMIENTO FELINO,  GATOS

¿Mi gato ve los colores? (¿o solo en blanco y negro?)


Ronronean, maúllan, su piel es más sensible que la nuestra. Y, como sospechas, los gatos tampoco ven el mundo del mismo modo que los humanos. Primero, desmontemos el mito: porque eso de que «los gatos ven en blanco y negro» es mentira. 

Tu gato ve el mundo en colores. Pero no del mismo modo que tú: ni distingue tantos tonos, ni percibe los colores con tanta precisión ni nitidez. ¡Ni falta que le hace!

Los gatos ven colores, pero no tantos como los humanos

La clave para entender cómo vemos el mundo los vertebrados está en nuestras retinas. Existen dos tipos de células fotosensibles, cuya tarea es capturar la luz: los conos y los bastones. Mientras que los conos son menos sensibles a la luz, resultan esenciales para distinguir los colores, ya que leen las longitudes de onda de la luz; que es lo que, en nuestro ojo, conforma los colores. 

¿Y qué hay de los bastones? Estas células son mucho más eficientes en la tarea de capturar la luz; en otros maullidos, permiten ver con razonable claridad incluso cuando la luz es baja. No todo son ventajas: a cambio, los bastones, pierden resolución; y reciben el mundo de un modo más borroso. 

A estas alturas, seguramente ya lo hayas adivinado: mientras que los ojos humanos son abundantes en conos (es decir, en las células que nos permiten distinguir los colores con nitidez), las retinas de tu gato son más ricas en bastones: las células que explican por qué tu felino te da mil vueltas cuando se trata en ver en la oscuridad. 

Una curiosidad: en este sentido, nuestros ojos humanos se parecen más a los ojos de los reptiles, las aves o los peces que al de los mamíferos. Porque en el mundo de los mamíferos, tener más bastones que conos es, precisamente, la regla general. Es decir, la mayoría de los mamíferos (a excepción de los humanos) priorizan la visión nocturna o crepuscular, y no están tan obsesionados con los colores como los humanos. 


Tu gato ve menos colores, pero mejor de noche

Por compararlo con nuestros ojos, podemos decir que los gatos ven los colores de un modo similar a como los percibiría una persona daltónica. Por eso, mientras que el ojo humano, en general, es capaz de diferenciar cerca de un millón de colores, tu gato solo distingue 100.000.

Hay otra diferencia: la mayoría de las tonalidades que distingue tu querido felino son variaciones del amarillo, del azul o del verde. Esto es: no diferencia el color rojo. 

Pero su visión nocturna da mil vueltas a la tuya (literal). Tiene sentido: tu gato, como todos los felinos, está naturalmente más activo a primerísima hora de la madrugada o justo antes de que anochezca; es decir, durante el crepúsculo. Una estrategia que les permite cazar casi a oscuras, precisamente cuando sus presas potenciales (ratones, sobre todo) también están más activas. 

Aun así: si tu gato te despierta de noche (por ejemplo, para que le des de comer o le prestes atención), debes saber que esto no tiene por qué ser así. ¡Cuántas consultas felinas hago para resolver este problema, y devolver el sueño a sus felices humanos!

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