¿No entiendes por qué tu gato te trae sus juguetes y maúlla? Este es el motivo
Te encuentras los juguetes de tu gato en la cama o te los deja a los pies. Otras veces, mueve el juguete en la boca por toda la casa. Y, mientras, ese maullido intenso. Si estás leyendo esto es porque te has visto en esta situación. Pero, ¿por qué los gatos nos traen sus juguetes y nos maúllan fuerte? Existen diferentes motivos que explican este comportamiento tan felino; y seguramente el motivo sea una mezcla de ellos.
1. TU GATA TE TRAE COMIDA
Cuando los gatos viven en la naturaleza o en un medio silvestre (sin que los humanos les proporcionen comida), las madres enseñan a sus cachorros cómo obtener su alimento. Para ello, les traen pequeñas presas muertas o heridas. Pues bien, ese instinto no ha desaparecido en nuestros felinos. Y por mucho que los gatos caseros no precisen cazar su propia comida para sobrevivir, no pueden evitar la necesidad de expresar ese comportamiento; de hecho, disfrutan con la persecución y la captura de objetos; en este caso su peluche.
En otros maullidos: los genes le están diciendo a tu gatita que eso es lo que necesita hacer para sobrevivir; y también que tiene que transmitir este importante aprendizaje a sus retoños. Es decir, tú. Un cumplido con el que te demuestra cuánto te quiere, lo importante que eres, y con el que intenta cuidarte: ¡te está alimentando, y enseñando cómo valerte en la vida!
2. A TU GATO LE GUSTA COMER EN UN SITIO SEGURO
Cuando mueve sus juguetes por la casa, o te los deja a las 2.00 de la madrugada en la cama, tu gata puede estar sencillamente respondiendo a su instinto natural de comer en un lugar seguro. Cazar es un comportamiento completamente natural para los gatos. Y es exactamente lo que les ha permitido sobrevivir durante todos esos miles de años antes de terminar acurrucados en nuestro sofá, con sus cuencos de comida disponibles en todo momento. Y aunque el proceso de domesticación del gato probablemente comenzó hace unos 10.000 años, su instinto de caza sigue muy despierto.
A todos los felinos les gusta comer en lugar seguro; por lo que tiene sentido buscar un sitio diferente del que han obtenido su presa; en este caso, su juguete. Cuando tu gato casero no puede cazar, suple esta necesidad innata con el juego, con el que imita este comportamiento casi como un calco. En otros maullidos: para tu camarada peludo la cazadel día es su peluche o esa bola de papel con la que no deja de jugar. Por eso, para tu felino es tan importante el juego: se trata de un comportamiento innato, que necesita poner en práctica para ser feliz, así como para asegurar su bienestar, tanto físico como emocional.
3. ¡Y QUIERE JUGAR CONTIGO!
Por último, si tu gato te trae sus juguetes, puede que sencillamente quiera jugar contigo. Tu felino te asocia como su compañero de juego interactivo: eres quien mueve su juguete tipo caña de pescar por el salón para que pueda perseguirlo y darle caza. O quien le lanza la pelota por el pasillo.
No solo aparecen con un peluche en la boca en mitad de la noche. Otros gatos te reciben en la puerta con su juguete favorito, maullidos potentes incluidos. Y sabemos lo difícil que es no dedicar atención a un gatito cuando se empeña a jugar. ¿Sabías que esos maullidos son una vocalización que tu gato te reserva solo a ti, y que no usa para comunicarse con otros congéneres?
Tu minino también lo sabe: una vez que aprenda que el juego forma parte de su relación contigo (algo muy recomendable), hay muchas posibilidades de que te incite a jugar dejándote pelotas y ratones de peluche o bolas con plumas cerca. No te resistas; al contrario, intenta reservar un poco de tiempo cada día para jugar con tu gato cuando te acerque ese peluche.
Sea cual sea el motivo para traerte juguetes o para dejarte su pelota dentro de la zapatilla, recuerda que lo hace porque tu gato te quiere, ¡y mucho! Y está compartiendo su amor felino con cada una de estas entregas tan especiales.
**Este artículo es una versión de mi artículo ¿Por qué los gatos nos traen regalos?, publicado en mi columna felina mensual en eldiario.es