Eva, ¿las consultas de comportamiento felino funcionan? + cómo Maja dejó de morder
Primer post en un buen tiempo. Lo seeeeee. La vida ha ido a toda velocidad estos meses. No son excusas, pero prometo daros un montón de noticias gatunas bonitas en breve. 😉 Y realmente hoy necesitaba contaros.
Os pongo en escena. En la consulta felina online, estoy trabajando con Maja, una panterita gatuna de 7 años, que acaba de mudarse a una casa nueva. Pero no solo eso: hay un montón de cambios en la vida de Maja. Y en la casa, hay otra gatita, Puma. Todo esto ha sido un cambio muy grande para Maja, tanto que la gatita confiada y simpática que siempre fue, empezó a morder y a arañar a su humano. Uuuuuuuuyyyyyssss. «Algunos mordiscos fueron tan intensos, que aún no he podido quitármelos de la cabeza», me contaba hoy su humano.
La situación era crítica: Maja mordía o arañaba a su humano casi cada vez que se cruzaban. Hasta el punto de que decidió cerrar la puerta de la habitación para dormir tranquilo.
Y ahí comenzamos nuestras consultas. Lo primero fue explicarles que Maja no estaba enfadada, sino aterrorizada. ¡Muchos cambios en poco tiempo! Y, darles las pautas para que todos en casa, humanos y gatitas, se sintieran seguros. A partir de ahí, la situación fue controlándose, y hoy está, ¡completamente arreglada! Maja ha vuelto a ser la gatita cariñosa y simpática que siempre ha sido con su humano.
Su humano no ha pasado por la consulta en todo este tiempo. Y a sido su pareja quien se ha encargado de acudir, aprender y de transmitirle todos los consejos y pautas de trabajo que yo les iba dando.
Eso sí; él ha pasado por la consulta hoy SOLO a darme las gracias, de CORAZÓN, y yo me he emocionado. ¿Lo primero que ha dicho? «Eva, reconozco que al principio no pensaba que las consultas felinas funcionasen, la situación con Maja estaba descontrolada. Yo soy de perros y nunca había vivido con una gata antes. Pero hoy quería verte para darte las gracias de corazón: no sé qué hubiéramos hecho sin ti. Todo esto ha sido posible gracias tus consejos. Hemos recuperado la paz en casa. Te estamos tan agradecidos, ¡para nosotros eres ya una más de la familia! No he dejado de aprender y de conocer mejor a mi gata: reconozco que estaba equivocado, y que tengo mucho que aprender con Maja».
CASI NADA 🧡. Y ese es mi mayor regalo: hacer felices a vuestros gatos y a vosotros, sus queridos humanos.
Eva